La energía termosolar es una forma de energía renovable que utiliza la radiación solar para generar electricidad. Es una tecnología en constante evolución y se espera que juegue un papel importante en la transición hacia un futuro energético más sostenible.
A diferencia de los paneles solares fotovoltaicos, que convierten directamente la luz solar en electricidad, esta energía utiliza la energía del sol para calentar un líquido, generalmente agua, que a su vez mueve una turbina y genera electricidad.
Hay varios tipos de tecnologías, pero todas comparten el mismo principio básico: concentrar la radiación solar en un punto focal para calentar un fluido. Sus sistemas pueden clasificarse en dos categorías: sistemas de concentración lineal y sistemas de torre.
Los sistemas de concentración lineal utilizan espejos parabólicos o curvos para concentrar la radiación solar en un tubo receptor, que contiene un líquido que se calienta y se utiliza para generar vapor y generar electricidad. Los sistemas de torre, por otro lado, utilizan una matriz de espejos planos para concentrar la radiación solar en un receptor ubicado en la cima de una torre, que también contiene un líquido que se calienta y se utiliza para generar vapor.
Es importante por varias razones. En primer lugar, es una forma de energía renovable que puede ayudar a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, puede producir electricidad incluso cuando el sol no brilla directamente, gracias a la capacidad de almacenamiento térmico de algunos sistemas.
Otra ventaja es su capacidad para integrarse con otras formas de energía renovable, como la energía eólica o hidroeléctrica, para proporcionar un suministro de energía más estable y predecible. Además, también puede ser utilizada para generar calor, lo que la convierte en una opción atractiva para aplicaciones industriales y residenciales.
Sin embargo, este tipo de energía también presenta desafíos. Los sistemas de pueden ser costosos de construir y mantener, y requieren grandes áreas de tierra para su instalación. Además, su tecnología todavía está en desarrollo y hay mucho espacio para la innovación y la mejora.
Su futuro es prometedor. La demanda de energía renovable está en aumento y se espera que la energía termosolar desempeñe un papel importante en la transición hacia un futuro energético más sostenible. Además, su tecnología está en constante evolución y se espera que se produzcan mejoras significativas en la eficiencia y la rentabilidad en los próximos años.
Algunos datos sobre energía termosolar:
- En 2020, la capacidad total instalada a nivel mundial fue de aproximadamente 6,5 GW, lo que representa un aumento del 7% con respecto al año anterior.
- Se espera que la capacidad a nivel mundial alcance los 12 GW para 2025, según la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA).
- Los países líderes incluyen España, Estados Unidos, Marruecos y China.
- En España, representó el 3,8% de la generación eléctrica total en 2020.
- También se está utilizando cada vez más para aplicaciones industriales, como la producción de vapor para procesos de fabricación y la desalinización del agua.
- Algunos de los desarrollos más recientes en la tecnología incluyen el uso de materiales de almacenamiento de calor avanzados, como sales fundidas y grafeno, para aumentar la eficiencia y reducir los costos.
La energía termosolar sigue siendo una tecnología en evolución, pero su capacidad para proporcionar energía renovable y almacenamiento de energía térmica la convierte en una opción atractiva para el futuro de la energía sostenible.